miércoles, 3 de junio de 2015

DÍA TRES: EL SACRIFICIO


 A la mañana siguiente de ver el partido de juego de pelota, presenciamos el sacrificio de un prisionero maya. El pueblo lo veía eufórico desde la plaza central. El sacerdote preparaba el cuchillo, la víctima subía a la pirámide. La pusieron n un altar y le sacaron el corazón en honor a los dioses y como ofrenda para estos.


 

 
 
Un anciano nos dijo que también había sacrificios de niños y mujeres y que era una práctica que iba dentro de su cultura.

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